El  jueves propusimos realizar una visita a la zona de Alcázar de San Juan  y el sábado 28 de Febrero, por la mañana ya estábamos Alex Alamán, Julio Merayo, Toni  Mulet y yo embarcados en esta emocionante aventura para conocer en  persona a la gaviota viajera, que ha recorrido muchos kilómetros para  llegar hasta aquí desde el gran Ártico.
                  ¡La tercera cita de esta especie en la península! 
                   
                  Tomando  Valencia como punto de inicio, podemos ir observando como va variando  el paisaje a nuestro paso, partiendo desde la bella Albufera, hasta  llegar a las inmensas llanuras de Ciudad Real, pasando por el típico y  fantástico paisaje de la comarca de Requena-Utiel.
                   Nada  más llegar, cargados con cámaras, prismáticos y telescopios quedamos  asombrados al descubrir semejante paisaje, se trataba de la laguna de  la Veguilla, toda repleta de: flamencos, patos cuchara, ánades reales, ánades frisos, avefrías, fochas comunes (bastante territoriales), zampullines comunes y cuellinegros (algunos ya en plumaje de verano y realizando danzas nupciales), patos colorados, ánsares comunes, gaviotas reidoras y gaviotas sombrías.
Nada  más llegar, cargados con cámaras, prismáticos y telescopios quedamos  asombrados al descubrir semejante paisaje, se trataba de la laguna de  la Veguilla, toda repleta de: flamencos, patos cuchara, ánades reales, ánades frisos, avefrías, fochas comunes (bastante territoriales), zampullines comunes y cuellinegros (algunos ya en plumaje de verano y realizando danzas nupciales), patos colorados, ánsares comunes, gaviotas reidoras y gaviotas sombrías.
                   Los mosquiteros comunes revolotean inquietos por las orillas, los escribanos palustres trepan por los carrizos, las abundantes cigüeñas blancas comparten nido con las grajillas, los aguiluchos laguneros vigilan la zona y un grupo de grullas se aleja en dirección norte. Pero entre ellos, hay un ave que despierta  el interés de todos los ornitólogos. Efectivamente se trata de la gaviota de Ross,  que se dejó ver perfectamente a escasos 20 metros, deleitando a todos  los fotógrafos de la zona y nadando tranquilamente durante 20 minutos  hasta que un gran revuelo de gaviotas la hizo desaparecer ante nuestros  ojos. Lo bueno dura poco…
Los mosquiteros comunes revolotean inquietos por las orillas, los escribanos palustres trepan por los carrizos, las abundantes cigüeñas blancas comparten nido con las grajillas, los aguiluchos laguneros vigilan la zona y un grupo de grullas se aleja en dirección norte. Pero entre ellos, hay un ave que despierta  el interés de todos los ornitólogos. Efectivamente se trata de la gaviota de Ross,  que se dejó ver perfectamente a escasos 20 metros, deleitando a todos  los fotógrafos de la zona y nadando tranquilamente durante 20 minutos  hasta que un gran revuelo de gaviotas la hizo desaparecer ante nuestros  ojos. Lo bueno dura poco…
                   
                  Contentos  ya nada más comenzar y con el objetivo principal cumplido, el resto del  fin de semana lo dedicamos a contemplar la avifauna de la zona.
                   Las heladas golondrinas comunes, se posan en los pequeños arbustos desnudos de la laguna, los trigueros sobrevuelan la zona sin parar en ningún sitio fijo y al anochecer los gorriones morunos regresan a sus dormideros. Al igual que ellos, nosotros nos alojamos en  el acogedor hostal Numancia, y reanudamos al día siguiente la ruta,  visitando sitios como: la laguna del camino de Villafranca, las charcas  de Miguel Esteban, la laguna de Pedro Muñoz, la laguna del Quero y la  laguna de las Yeguas, que nos permiten ver escenas de vuelos nupciales  de aguiluchos laguneros, enzarzados en el aire y realizando picados de vértigo, algunos combatientes con la cabeza blanca, bandos de tarros blancos que comparten espacio con ánades rabudos y un rascón que corre furtivo tras los carrizales.
Las heladas golondrinas comunes, se posan en los pequeños arbustos desnudos de la laguna, los trigueros sobrevuelan la zona sin parar en ningún sitio fijo y al anochecer los gorriones morunos regresan a sus dormideros. Al igual que ellos, nosotros nos alojamos en  el acogedor hostal Numancia, y reanudamos al día siguiente la ruta,  visitando sitios como: la laguna del camino de Villafranca, las charcas  de Miguel Esteban, la laguna de Pedro Muñoz, la laguna del Quero y la  laguna de las Yeguas, que nos permiten ver escenas de vuelos nupciales  de aguiluchos laguneros, enzarzados en el aire y realizando picados de vértigo, algunos combatientes con la cabeza blanca, bandos de tarros blancos que comparten espacio con ánades rabudos y un rascón que corre furtivo tras los carrizales.
                   A pesar de una probabilidad de lluvia del 90%, el cielo se mantiene estable e incluso deja entre ver algún rayo de sol. Los ruiseñores bastardos alegran las grises nubes con sus cantos, las coquetas perdices cruzan veloces ante nosotros, un grupo de 30 milanos negros en migración cicla en lo alto del cielo y durante unos segundos pudimos conducir al lado de un cernícalo primilla. Junto con esto, descubrimos una colonia de gaviotas reidoras en una de las lagunas, pero nuestra atención se desvía de nuevo ante el reclamo de un críalo perseguido por una urraca.
A pesar de una probabilidad de lluvia del 90%, el cielo se mantiene estable e incluso deja entre ver algún rayo de sol. Los ruiseñores bastardos alegran las grises nubes con sus cantos, las coquetas perdices cruzan veloces ante nosotros, un grupo de 30 milanos negros en migración cicla en lo alto del cielo y durante unos segundos pudimos conducir al lado de un cernícalo primilla. Junto con esto, descubrimos una colonia de gaviotas reidoras en una de las lagunas, pero nuestra atención se desvía de nuevo ante el reclamo de un críalo perseguido por una urraca. 
 
                  Finalmente, antes de irnos podemos observar un bando mixto de jilgueros, verderones, lavanderas blancas, pardillos y algunos bisbitas que se alimentan por la zona.
                   
                  Sin duda ha sido un intenso y maravilloso fin de semana en los parajes de Alcázar de San Juan."