VIAJE ORNITOLÓGICO A OLOT, GIRONA

 

VIAJE ORNITOLÓGICO A OLOT, GIRONA

por Jana Marco y Guillermo Mayor

 

Guille y Jana en los Pirineos.
Fotos : © Jana Marco y Guillermo Mayor.

"Partimos el día 14 de Abril Guillermo Mayor, Mercedes Tresserras y yo rumbo a Olot. Después de unas largas horas en tren, llegamos a la provincia de Girona, donde comenzamos muy ilusionados nuestras observaciones en l’estany de Banyoles. Un paseo por los alrededores del lago, con una agradable luz de atardecer, nos permitió ver un ejemplar adulto de martinete (Nycticorax nycticorax) que reposaba solitario en una verde rama, por debajo de él, nadaban atareadas gallinetas (Gallinula chloropus) y fochas comunes (Fulica atra), algunos ánades reales (Anas platyrhynchos) se dejaban ver con su pequeña prole y un fugaz rascón (Rallus aquaticus) corría entre la exuberante vegetación.

En los frondosos arbustos los reyezuelos listados (Regulus ignicapillus) cantaban sin cesar, mostrando su llamativo píleo anaranjado, aunque su débil canto quedaba eclipsado por los páridos y por el imponente canto del mirlo capiblanco (Turdus torquatus).

Arrendajos (Garrulus glandarius), trepadores azules (Sitta europaea), picos picapinos (Dendrocopos major) y agateadores (Certhia brachydactyla) brincaban por los árboles de la zona, aprovechando las últimas horas de luz.

 

Mirlo Acuático.
Fotos : © Jana Marco y Guillermo Mayor

Ya caída la noche, satisfechos con lo observado nos dirigimos als aiguamolls de la Deu vella donde nos pusimos a grabar bajo una noche estrellada el canto de unos supuestos sapos, que resultaron ser Hylas meridionalis. Un grupo de decenas de Hyla que cantaban a pleno pulmón entre los lirios de agua.

 

A la mañana siguiente, debido a la tormenta que inundaba Olot, nos desplazamos a los soleados carrizales dels Aiguamolls de l’Empordà, en la costa del golfo de Roses.

A lo largo de toda la visita disfrutamos de la presencia de cigüeñas (Ciconia ciconia), que claqueteaban en sus nidos, sobrevoladas por los aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) que oteaban las lagunas, en las cuales nadaban tranquilamente las cercetas carretonas (Anas querquedula) entre ánades frisos (Anas strepera), tarros blancos (Tadorna tadorna), silbones europeos (Anas penelope) y un curioso macho de cerceta colorada (Anas cyanoptera) que había “entablado amistad” con una hembra de pato cuchara (Anas clypeata).

 

Hyla Meridionalis.
Fotos : © Jana Marco y Guillermo Mayor

Cientos de limícolas se alimentaban en los campos inundados de la Matà, correteando entre gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), gaviotas de Audouin (Larus audouinii), canasteras (Glareola pratincola) y fumareles cariblancos (Chlidonias hybridus) que descansaban en el suelo seco.

De pronto, un estridente sonido rompió la tranquila mañana, se trataba de un zarapito trinador (Numenius phaeopus) que cruzó el parque en dirección sur, mientras, ajenos a todo, un grupo de gamos pastaban en un campo cercano.

Mirando al mar, desde el puerto de Roses, vimos cruzar a ras del agua un grupo de pardelas cenicientas (Calonectris diomedea) dirección norte y un alcatraz atlántico (Morus bassanus) que pescaba a pesar del fuerte viento.

 

Trepador Azul.
Fotos : © Jana Marco y Guillermo Mayor

Cambiando drásticamente de paisaje, al día siguiente nos dirigimos al pirineo catalán. Dejamos atrás el pueblo pirenaico de Setcases, y casi llegando a la estación de esquí de Vallter, tomamos una senda a pie paralela a un río de aguas bravas. En un claro de la ladera, un grupo de rebecos se alimentaban de la fresca hierba, bajo la atenta mirada de los buitres leonados (Gyps fulvus) y las águilas reales (Aquila chrysaetos), que acosados por chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax) y cuervos (Corvus corax), ciclaban sobre las nevadas cumbres.

En un paisaje donde la presencia de quebrantahuesos se echó de menos, apareció una inusual águila pescadora (Pandion haliaetus) que migraba en dirección norte. Montaña abajo, en un salto de agua que coincidía con zona poblada, dos adultos de mirlo acuático (Cinclus cinclus) cebaban a sus pollos, una conmovedora escena de la primavera pirenaica.

 

Por último, al día siguiente, en el bosque húmedo caducifolio de la Fageda, pudimos contemplar el vuelo veloz de un azor (Accipiter gentilis) que hacia gala de su habilidad esquivando cualquier obstáculo que se le pusiera por delante. Mientras, un cuco (Cuculus canorus) con su canto daba a aquel bosque un toque mágico y cuando ya dábamos por terminado el viaje, un grupo de carboneros palustres (Parus palustris) se despidió de nosotros, poniendo punto y final a este espectacular recorrido por tierras catalanas"

 

Rebeco.
Fotos : © Jana Marco y Guillermo Mayor


Reyezuelo Listado.
Fotos : © Jana Marco y Guillermo Mayor

   
 
Redactado: Abril 2009.
Autores : Jana Marco y Guillermo Mayor