La Pardela Balear ( Puffinus mauretanicus ) es un ave marina del orden de las Procellariformes. Hasta no hace muchos años se le consideraba una subespecie de la Pardela Mediterránea ( Puffinus yelkouan ).
De costumbres marinas, es posible observarla en alta mar pescando o siguiendo pesqueros para aprovechar los descartes. Sólo se encuentra junto a la costa en el momento de la reproducción.
Sus nidos, que pueden formar colonias reducidas, se instalan en pequeñas oquedades de acantilados de algunas zonas de las Islas Baleares, en especial de Formentera, única área de cría para este especie en todo el mundo. Se calculaba la población en unas 4000 parejas, aunque probablemente las cifras actuales sean menores, incluso sólo de la mitad, según indican los informes más recientes.
Después de la cría, la mayor parte de las Pardelas baleares se desplaza hacia el Atlántico, alcanzando las costas del oste de Francia. Al finalizar el verano regresan al Mediterráneo, registrándose entonces la invernada de la especie, especialmente abundante en ejemplares en la mitad norte de la costa mediterránea española, incluidas las Baleares.
Pardela Balear ( Puffinus mauretanicus ).
Foto : © Hnos. Santamaría.
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La Baldriga Balear , como se le conoce en valenciano, es quizás la especie más amenazada que podemos observar en Alicante.
De hecho está considerada como “En Peligro Crítico”, la más grave y preocupante de las clasificaciones, superando incluso a especies tan emblemáticas como el Águila Imperial Ibérica, el Quebrantahuesos o el Urogallo.
Varias son las causas que parecen influir en esa situación tan delicada: la baja tasa de reproducción, la predación de los nidos de ratas y gatos, explotación pesquera inadecuada...
También se apunta, para el futuro, los efectos negativos que pueda ocasionar el Plan Hidrológico Nacional sobre el Delta del Ebro, frente al cual se encuentra una de las mejores zonas de alimentación de la especie.
La situación es tan crítica que si no mejoran las condiciones, hay un 50% de posibilidades para que se extinga en tres generaciones.
En Alicante está considerada como una especie “Migrante e Invernante común”. Siempre en invierno, buenos puntos para la observación en Alicante son las playas al sur de Santa Pola hasta Cabo Cervera. También es posible observarla, aunque generalmente en menor número, en el resto de la costa alicantina. La Isla de Benidorm también ha registrado importantes concentraciones.