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Fotografía de focas grises en Donna Nook |
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Fotografía de focas grises en Donna Nookpor Alfonso Lario Doylataguerra Descarga aquí el Artículo en PDF con fotos de mayor calidad Probablemente el mejor lugar del Reino Unido para fotografiar focas grises (Halichoerus grypus) está en el norte de Inglaterra y se trata de la Reserva Natural Nacional “Donna Nook”. Es a finales de otoño, cuando cientos de focas grises empiezan a acudir a los bancos de arena. Primero llegan los machos que ocupan su territorio y esperan a que lleguen las hembras para aparearse. Más adelante volverán las hembras para dar a luz a sus crías y volverse a aparear. Teníamos que planificarlo en torno a un fin de semana entre noviembre y enero, ya que estos son los días en los que se permite el paso al banco de arena, pues durante la época de cría, el ejército suspende sus actividades, de acuerdo con el Plan Internacional del mar de Wadden. Como el puente de la “Inmaculada” coincidía con el punto alto de nacimientos en los primeros días de diciembre, nos fuimos del 4 al 7 de diciembre. Menos Iñigo, todos salimos desde Alicante sobre las 16’40 horas y, tras aproximadamente dos horas de vuelo, llegamos al aeropuerto de London Stanted. Volamos con EasyJet y realizamos la reserva con meses de antelación para garantizarnos una tarifa mas económica, costándonos alrededor de 80€. Después de los trámites aduaneros, y en el mismo aeropuerto, recogimos los coches alquilados a EuropCar y que nos costaron aproximadamente 130€ cada uno para los 4 días de estancia, y nos pusimos en marcha pues no había tiempo que perder, ya que el viaje hasta Cleethorpes dura aproximadamente 3 horas, que se hacen más duras por conducir de noche y por la izquierda. Tras instalarnos, hay que preparar el equipo y descansar algo, pues tenemos que madrugar. Conviene no olvidar que es invierno y que estaremos en una playa, expuestos a un frío viento que sopla del norte. Si no vas correctamente vestido, prepárate para lo peor, pues fotografiar focas grises cuando no se pueden sentir los dedos de los pies o estas mojado o helado no es agradable. Es aconsejable usar varias capas de forro polar, un par de guantes y no olvidar un gorro. También el calzado es importante, un vadeador o unas botas de agua, junto a unos buenos calcetines. La capa exterior es esencial que sea cortavientos y resistente al agua, especialmente si llueve y porque acabarás arrastrándote por la arena húmeda. Aunque para acceder nosotros elegimos el pequeño estacionamiento de Stonebridge, que tiene su entrada principal desde la carretera de la costa (la A1031) a la altura del pueblo de North Somercotes, existen varios puntos de acceso fuera de la carretera con plazas de aparcamiento en distintas zonas y también hay otros accesos públicos, que no son tan recomendables, pues no tienen plazas de aparcamiento.
La gestión de la Reserva, se ha centrado, especialmente, en los pastizales de las dunas. Pero esta, también se compone de dunas, marismas y zonas intermareales y es que los procesos costeros, modifican las características naturales de la reserva, año tras año, sobre todo, debido a la arena transportada al interior por los vientos del este, que forman las cadenas de dunas, y a la deposición de material desde el río Humber, que se traduce en marismas y saladares. Tras pertrecharnos con todo el equipo, salimos por la parte de atrás, donde encontramos un paseo donde se quedan la mayoría de visitantes y que discurre por una pasarela de madera con un doble vallado para la observación de las focas y sus crías, nacidas entre las dunas de arena a escasa distancia. Las madres dan a luz normalmente un día después de llegar a la zona de descanso y a un sólo cachorro, el cual nace con un llamativo abrigo blanco que se va oscureciendo en las 2-4 semanas siguientes. Pero lo que más nos interesaba, era el camino que nos llevaría hasta la orilla del banco de arena y que está situado a kilómetro y medio de distancia. También este se inicia en la parte trasera del parking. De los tres caminos hacia la arena, nosotros tomamos el de la derecha, que es ideal para una primera experiencia con las focas. Luego, nos dirigimos bordeando la zona vallada y acordonada hacia las primeras focas con sus cachorros que quedan entre las dunas de arena y las piscinas de agua y desde allí, hasta una línea de marcadores de color naranja. Mientras, el lodo ha dado paso a la arena cubierta de agua que, finalmente, nos lleva a los bancos de arena ligeramente elevados sobre la orilla, donde se concentran la mayoría de las focas grises. Esta especie propia de las costas rocosas atlánticas es la más común en España, dejándose ver de forma errática por la costa peninsular cantábrica y atlántica, especialmente los meses de invierno. La mayoría de las focas tienen un promedio de vida de entre 26 y 38 años y pasan un tercio de sus vidas en el mar o en zonas costeras de difícil acceso pero, durante el invierno una gran parte de los cien mil ejemplares (que comprende el 50% de la población mundial) afincados en las Islas Británicas va a criar a la colonia emplazada en las dunas de Donna Nook. (http://www.greyseal.net y http://www.bbc.co.uk/nature/wildfacts/factfiles/277.shtml )
Después y para complementar el reportaje y realizar tanto tomas generales como alguna toma de un individuo integrado en su entorno, aprenderemos que hasta el angular se puede utilizar si eres es paciente y hábil, ya que si el acercamiento lo hacemos poco a poco y desde un plano bajo, primero de rodillas y luego arrastrándonos, la mayoría de las focas aceptarán y tolerarán nuestra aproximación. Sin embargo, si nos acercamos caminando erguidos o nos levantamos del suelo para irnos después de hacer la foto, las asustaremos, lo que no es bueno para ellas y, además, incurriremos en la ira de otros fotógrafos que ya han trabajado cuidadosamente su acercamiento. Lo más habitual es que los machos se acerquen a las hembras cuando están criando, esperando que las madres desteten los cachorros, y queden disponibles para el apareamiento y generándose tanto en la arena como en el mar, un momento especial, que no se debe dejar de fotografiar. Son los sangrientos combates entre los grandes machos, con casi dos metros de longitud y un peso de hasta 300 kg, y las peleas que precedena las cópulas. Hay que ser cuidadoso, y no olvidar que aunque estén acostumbradas a la presencia humana, son animales salvajes. Es fácil dejarse arrastrar a una falsa sensación de seguridad, pero debemos saber interpretar nuestro nivel de integración con ellos y saber hasta dónde podemos acercarnos sin llegar a correr peligro o perturbar la tranquilidad de los animales y, especialmente, de los cachorros, recordando además que no son peluches a los que se pueda tocar. Por lo tanto, debemos estar siempre atentos a las señales de advertencia, especialmente al acercarse mucho a los adultos con focas pequeñas. A un silbido de la madre (que es la primera señal de advertencia) debemos desistir. Los jóvenes suelen ser graciosos y, a menudo, curiosos, proporcionándonos muchos gigas de instantáneas en nuestras tarjetas. Se quedan en las dunas hasta que son lo bastante fuertes, mientras tanto sobreviven de sus reservas. Las madres lactantes y los machos dominantes pueden pasar de 3 a 6 semanas sin alimentarse respectivamente. Posteriormente, los cachorros acuciados por el hambre, se dispersan y los adultos vuelven también a la mar para alimentarse, por fin, de peces, crustáceos y moluscos. Son aproximadamente las cinco de la tarde y ya anochece, para entonces nos encontramos agotados y todavía nos quedará una hora de camino hasta el bar situado en el aparcamiento. Y es que el día pasa volando y si las condiciones son buenas, como así nos ocurrió, querremos estar haciendo fotos el mayor tiempo posible. Puedes ver las más fotos del autor sobre este tema en su galería personal : http://www.doylataguerra.com/REPORTAJES/DonnaNook/12132176_cxn4q#862629137_urcur Pies de fotos
Bibliografía usada y recomendada
Redactado: Junio 2010. |
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