El agua en Aitana :
Fuente
de Forata. Situada a 1.360 mtrs.
Foto
: Raúl González |
La Font de la Forata es, llamada así por
el agujero que presenta la Aitana en sus proximidades. Varias
tarabillas comunes y algunos jilgueros y verdecillos que estaban
bebiendo o refrescándose en su agua, levantan el vuelo
al vernos. Nosotros continuamos con su labor y, una vez más,
nos sorprende la frescura y buen sabor de las aguas de las
fuentes de la Aitana. Nos parece imposible que podamos acostumbrarnos
al sabor “civilizado” del agua que sale por los grifos de nuestras
casas. Es hora de reponer fuerzas y acompañados por
el agradable y continuo ruido del salpicar de la fuente, observamos
a nuestro alrededor como la Aitana muestra un manto de pequeñas
florecillas de diversos colores sobre un suelo cubierto de
hierba, donde caminan, balanceando sus colas, tres lavanderas
blancas a la caza de algún insecto.
Una de las ideas que nos propusimos durante este
recorrido era realizar un pequeño análisis de agua
de una fuente de la Sierra de Aitana y, con otras muestras de
agua, comprobar si era cierta la costumbre de asegurar que el
agua de Aitana es tan buena como nuestro paladar parece indicarnos.
Los resultados de los análisis efectuados vienen descritos
en los anejos que figuran a continuación.
Forat
de Aitana que da nombre a la Font de Forata.
Foto
: Raúl González |
Hemos incorporado a esa tabla los datos que indica
en su etiqueta, un agua mineral de gran venta y muy familiar
a todos los consumidores pero queremos animar al lector a comprobar,
cómo es el agua que acaba de adquirir y que, como si de
un catador de vinos se tratara, examine qué es lo que
puede encontrar en el mercado, el porqué de las diferencias
de precios y cuál es la que realmente le gusta o necesita.
La que mana de nuestra humilde Font de l'Arbre
es, por muchas razones que escapan al mero análisis químico,
nuestra favorita y la que, aunque sea por un momento, nos traslada
a uno de esos rincones en los que aún podemos contemplar
una Naturaleza sorprendente.
Amigo lector, si al leer este artículo te
has sentido estimulado y decides dejar tu cómodo hogar
por unas horas y dirigir tus pasos a estos espléndidos
parajes (o a cualquier otros), por favor, ten en cuenta que estas
en un lugar de alto valor. Al menos, déjalo como lo has
encontrado para que otros más (de nuestra generación
y de las venideras) puedan también disfrutar de su paseo
por la Sierra de Aitana.
RESULTADOS DE LOS ANÁLISIS
DE AGUAS
PROCEDENCIA
DEL AGUA |
FONT
DE L'ARBRE |
FONT
VELLA |
ALICANTE |
ALCOY |
RESIDUO
SECO A 110º C
(mg/l) |
295,0 |
192,0 |
375,0 |
580,0 |
PH (a
20º C) |
7,30 |
No se detalla en
la etiqueta |
8,00 |
7,39* |
SULFATOS SO
4 = (mg/l) |
13,1 |
13,8 |
112,6 |
158,0 |
CLORUROS Cl
- (mg/l) |
10,6 |
10,9 |
44,0 |
26,0 |
(*) El ensayo se realizó a
25ªC.
A continuación exponemos
una serie de comentarios sobre estos valores, con el objeto de
mejorar su comprensión e informar al lector de cuáles
son las limitaciones o recomendaciones que existen en las normativas
sobre aguas para consumo humano.
Obviamente, sería necesario determinar las
características de otros valores (como los microbiológicos,
por ejemplo) para conocer exactamente las cualidades y la potabilidad
de las aguas, pero ya con los que hemos realizado podemos disponer
una valiosa orientación a ese aspecto.
COMENTARIOS SOBRE LOS RESULTADOS
OBTENIDOS
Los resultados de los análisis efectuados
(y los que ofrece el agua embotellada en su etiqueta) deben ser
interpretados de acuerdo a los siguientes valores que referimos
dentro de cada parámetro:
RESIDUO SECO. Básicamente
podríamos decir que indica el grado de mineralización
del agua. La mayoría de los autores limitan a 750 mg/l
la cantidad máxima, si bien otros elevan bastante esa
cantidad. Una persona puede consumir aguas con 2.500 mg/l de
residuo seco sin que se aprecien daños graves en su organismo.
No obstante estas aguas no deberían ser consumidas de
forma prolongada. Los alimentos cocinados con aguas de alta mineralización
tienen un sabor menos agradable que las preparadas con aguas
de bajo contenido mineral. El Código Alimentario Español
indica los 750 mg/l como la cantidad conveniente y la tolerable
en los 1.500 mg/l.
pH. Nos indica la
acidez del agua. La normativa española señala como
convenientes los valores entre 7 y 8,5 y los tolerables entre
6,5 y 9,2.
SULFATOS. Se consideran
como buenas las aguas que tienen menos de 600 mg/l. A partir
de 750 mg/l pueden aparecer efectos laxantes, aunque aquí también
existe cierta disparidad entre autores y legislaciones de diversos
países. En España se consideran convenientes 200
mg/l y los niveles tolerables llegan hasta los 400 mg/l.
CLORUROS. El efecto
nocivo de los cloruros es muy bajo. El gran inconveniente de
una elevada presencia de cloruros viene determinada por el mal
sabor que dan al agua. A partir de 500 mg/l de cloruro sódico
(la sal común) es posible apreciar un cierto sabor salino
aunque el organismo humano puede tolerar valores de una concentración
de hasta cinco veces más. Un repentino incremento en los
valores de cloruros en un agua, puede indicar la contaminación
por aguas residuales o marinas. En nuestro país se consideran
valores convenientes los 250 mg/l y tolerables hasta los 350
mg/l.
Si examinamos de nuevo las tablas con esta información,
podemos comprobar como la tradición de asignar al agua
de las fuentes de la Sierra de Aitana una excelente calidad es
correcta. Los valores son más bajos que las aguas consumidas
en Alicante o Alcoy y bastante similares a los del agua mineral
embotellada.
Puesta
de sol en Aitana.
Foto
: Raúl González |
Cuando volvamos a pasear entre la Font de l'Arbre
y la Font de Forata, y bebamos de sus aguas, recordaremos aquellas
palabras escritas entre los siglos XI y XII por el poeta árabe
Ibn Khafaja d'Alzira (y que, acertadamente, el Excmo. Ayuntamiento
de Callosa d'en Sarrià ha recogido en el calendario editado
para 1998) refiriéndose a nuestras tierras:
“Valencians, quin goig el vostre!
Aigua i ombra teniu, amb rius i
arbres.
L'evitern paradís és
a ca vostra.
De donar-me a triar, meu el faria.”
Casi mil años después, también
a nosotros se nos plantea una elección: la de conservar
nuestra Naturaleza o la de ser cómplices en su destrucción.
Seamos sensatos y adoptemos la decisión correcta.