También las plantas encuentran aquí, en
Aitana, un reducto de algunas de sus especies más
escasas. Así, por ejemplo, la Saxifraga longifolia
o corona de rey, ocupa diminutas grietas de algunas zonas
acantiladas y peñascos que, recientemente, han sido
declarados como Micro Reservas de Flora por la Generalitat
Valenciana. No es para menos, pues la distribución
mundial de esta planta está localizada en muy pocos
puntos de las más altas montañas del Levante
español (en nuestra provincia se la cita, además
de en Aitana, en la Sierra de Bernia) y el Atlas norteafricano.
Nogal
en la Sierra de Aitana.
Foto
: Raúl González |
Otras maravillas botánicas de la Sierra de Aitana
son los tejos ( Taxus baccata ), joyas relícticas
de un pasado glacial que relegaron a los lugares más
frescos de nuestras montañas a este bello árbol
que fue considerado sagrado para los celtas. Sus frutos,
de llamativo color rojo, destacan sobre las hojas perennes
y contienen una toxina (al igual que el resto del árbol)
que algunos pueblos de la antigüedad ya usaban para
envenenar las puntas de sus flechas y lanzas. Recientemente,
y para usos bien distintos, se investigan ciertas sustancias
procedentes del tejo que indican que pueden ser potentes
remedios en el tratamiento de ciertas enfermedades, entre
ellas una tan dramática como el cáncer de
mama.
¿Se equivocaron los celtas al considerar
al tejo como sagrado?
Otras especies son más populares como la manzanilla
que, tradicionalmente, ha sido recolectada en estos parajes
y en otros próximos. La costumbre de cortar con
tijeras sólo una porción de la planta, se
ve muchas veces sustituida por arranques que no permiten
su regeneración y que están llevando a una
considerable disminución de la superficie abarcada
por esta planta medicinal.
Otras también son muy conocidas como las lavandas
o los tomillos que, desgraciadamente, suelen ser arrancadas
de forma inadecuada y excesiva por sus propiedades aromáticas.
No es raro observar alguna de estas plantas en la parte
de atrás de algunos vehículos.
La
escasa "Corona de rey" (Saxifraga
longifolia).
Foto
: Raúl González |
El ingenio popular les ha asignado a muchas
plantas nombres que se refieren a sus propiedades curativas
más
o menos probadas, determinados usos para las que son utlizadas
o por su aspecto. Incluso se llega a dar un toque de humor
irónico en casos como la denominada “coixí de
frare” o “coixí de monja”. Se trata de una planta
fácil de identificar por su aspecto, efectivamente,
de cojín o almohada, muy compacta y... espinosa.
En otros lugares, y dado su forma semiesférica y
abigarrada de espinas, la conocen por el nombre de “eriçó”.
Paraje desprotegido :
Crear espacios naturales protegidos (aunque
sean tan minúsculos
como estas Micro Reservas) es un sistema eficaz para conservar
los valores biológicos, paisajísticos, geológicos
o de cualquier otro tipo y que se viene usando en España
desde 1918 con la puesta en marcha de los Parques Nacionales
de la Montaña de Covadonga y el de Ordesa y Monte
Perdido. Existen en la actualidad múltiples tipos
de figuras jurídicas que aseguran (al menos en teoría)
la protección de esos parajes mediante leyes y decretos
que promulgan el Estado y la Comunidad Europea en función
del tipo de área a proteger. Parque Nacional, Parque
Natural, Reserva Integral, Paraje Natural y una larga serie
más de nombres son los que se dan a esos enclaves.
El
Azerolo (Crataegus acerolus) pariente
del Espino.
Foto
: Raúl González |
Sin embargo, cabe plantearse algunas cuestiones.
La declaración
de una figura de protección para un paraje, ¿permite
que, de alguna manera, se estén creando “islas” en
las que las autoridades velan por que se cumpla la legislación
y fuera de ellas queda un “vasto océano” en el que
se cometen toda clase de actos contra la Naturaleza, siendo
el acatamiento de las leyes a algo casi anecdótico? ¿Pueden
ser los espacios protegidos el elemento que reconforte
la conciencia de nuestros gobernantes ante lo que sucede
fuera de esas áreas? ¿Realmente se protegen
(y de la forma correcta) los puntos más sensibles
y de más valor ecológico o, como nos tememos,
lo que tenga mejor presencia cara a la opinión pública?
La serie de cuestiones referidas a
la conservación
de la Naturaleza en los espacios protegidos es muy extensa.
En los espacios no protegidos (el “vasto océano”)
es inacabable.