El ser humano está provocando, en la actualidad, la sexta extinción masiva
de especies. Si no hacemos nada por parar este exterminio se perderá la
biodiversidad que nos permite vivir. Si todos nos responsabilizamos, un
cambio en los pensamientos y actitudes diarias puede ser suficiente para
demorar las extinciones.

La historia de la vida en la tierra (más de 3.500 millones de años), no ha
ido evolucionando gradualmente, sino que ha tenido grandes crisis con
graves extinciones de especies, esporádicas y masivas. Se han dado cinco
grandes extinciones en masa; en cada una de ellas han desaparecido más
del 65 % de las especies, causando reducciones drásticas de la
biodiversidad del planeta. Las causas de estas "Cinco Grandes" se atribuyen
a fenómenos naturales como: grandes cambios climáticos, alteración de los
polos magnéticos, descenso brusco del nivel del mar, choque de meteoritos,
etc.
Según renombrados científicos estamos inmersos en la llamada "sexta
extinción masiva". Se refieren a la desaparición explosiva de especies, tanto
de flora como de fauna, que estamos viviendo en la actualidad. Esta
afirmación no tendría controversia sí no fuera porque la causa no es un
fenómeno natural, como en las anteriores "Cinco Grandes". Una sola
especie, el ser humano, es la responsable de la actual extinción masiva.
Se calcula que están desapareciendo 3 especies cada hora, lo que equivale
a unas 27.000 por año. A este ritmo, se estima que en el presente milenio
desaparecerán 27 millones de especies, es decir, la totalidad de la
biodiversidad existente1, y con ella probablemente desaparezca el ser
humano.
Y quiero aclarar, que el humano no está en peligro de extinción, puesto que
somos más de 6.000 millones de individuos. Pero dependemos para
sobrevivir de las demás especies, por lo que si estas se extinguen, la
especie humana está abocada a la destrucción irremediable.
Aún a riesgo de parecer catastrofista he querido situar al lector, con un
breve resumen, en la situación que nos encontramos.
Existen, sin embargo, algunos casos esperanzadores. Se están realizando
programas de recuperación, conservación y protección de especies y
espacios naturales, que día a día, aportan su "granito". Y no me refiero
solamente a la protección "lejana" de selvas, la Antártida o la recuperación
de especies como el águila calva americana, el elefante africano o el tigre
de Bengala. Existen trabajos aquí cerca, "en casa", que ayudan a que todo
el planeta sea más habitable. Entre ellos: la recuperación del lagarto
gigante de la isla de Hierro; o del cernícalo primilla en la Península
mediterránea; o la del quebrantahuesos en la cordillera Pirenaica; o la
creación de microrreservas de flora, para la conservación de ciertos
endemismos botánicos en la Comunidad Valenciana; o la recuperación y
protección de la laguna de la Nava (Palencia); o la protección de las
marismas de Santoña (Cantabria), etc.
Estos son algunos ejemplos de proyectos que no sólo protegen a una
especie o lugar determinado, sino que con ellos se conserva parte de la
biodiversidad que nos permite vivir.
El futuro está en nuestras manos, y como escriben Arsuaga y Martínez, "no
somos la especie elegida…sino una especie única entre otras muchas
especies únicas, aunque eso sí, maravillosamente inteligente". Por ello
estamos en la obligación de cambiar estas cifras galopantes de destrucción.
Es posible que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de hacer
algo, y comience YA ha hacerlo.
Pequeñas acciones diarias como: economizar el agua; reciclar las basuras y
llevarlas al ecoparque (es gratis); ir andando a las compras o al trabajo (si
está lejos puedes usar la bicicleta); consumir productos naturales de
agricultura y ganadería ecológica, así como productos de empresas que
aporten beneficio a la naturaleza (por ejemplo, comprando maderas de
bosques sostenibles y no tropicales, o no comprando productos
transgénicos); elegir el papel reciclado; evitar los envases de PVC, y las
bandejas plastificadas de las carnicerías…
En nuestro tiempo de ocio, podemos colaborar en alguna asociación que
ayude a la naturaleza o a erradicar la pobreza, ya que ambas acciones
están muy unidas. Y a la hora de votar por un partido político averiguar sus
intenciones de beneficiar a la naturaleza, y después exigirlas si no se
cumplen.
Estos son algunos de las pequeñas actuaciones que puedes desarrollar día
a día, con responsabilidad y en beneficio de todos y del tuyo propio. Ya no
se puede pensar: "yo solo no puedo hacer nada", si puedes, no estás solo,
porque muchísimas personas trabajamos para que la biodiversidad de la
vida no disminuya, y lo hacemos en el ámbito personal, en el pequeño
espacio que diariamente ocupamos. De nosotros depende.

BIBLIOGRAFIA recomendada:
Adams, D. y M. Carwadine (1994): Mañana no estarán. Anagrama,
Barcelona.
Arsuaga, J.L. e I. Martínez (1998): La especie elegida. Temas de Hoy,
Madrid.
Delibes de Castro, M. (2001): Vida. Temas de Hoy, Madrid.
Lakey, R. y R. Lewin (1997): La sexta extinción. Crítica, Barcelona.
Wilson, E. O. (1994): La diversidad de la vida. Crítica, Barcelona.

La autora Mercedes Alberdi Mercedes Alberdi es la directora del Programa de Reintroducción del Cernícalo Primilla (Falco naumanni) en Villena. Bióloga de formación y amante de la naturaleza por devoción, Mercedes lleva adelante este proyecto que está funcionando magníficamente y gracias a él, la pequeña rapaz ha vuelto a ser nidificante en la Comunidad Valenciana. En la sección de Enlaces tenéis la dirección de la página web en la que encontraréis más información sobre el programa.