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Desde grandes aves en migración que cruzan discretamente sobre los tejados a pequeños y sorprendentes insectos que corretean por el suelo, una larga lista de animales conviven con el hombre en la ciudad. Salamanquesas y lagartijas dejaran de tomar el sol y huirán ante nuestra presencia y los murciélagos realizarán sus rápidos vuelos en cuanto caiga la noche. Si la ciudad tiene en su perímetro grandes zonas ajardinadas, costas marinas, cauces fluviales u otros paisajes, la riqueza de vida animal se multiplicará notablemente. "ANIMALES DE NUESTRAS CIUDADES" recoge a muchos de ellos en las 340 páginas que contiene el libro, de 28x16 cm. Se acompaña de un mapa de su distribución en la Península y Baleares y de buenas fotografías y dibujos. También se
incorporan unos símbolos que indican el horario de actividad,
la densidad y los meses en que la especie está presente. Los
autores (Anna Omedes, Juan Carlos Senar y Francesc Uribe) muestran a
esas especies agrupadas en una clasificación sistemática,
tras hacer una primer aproximación a las particularidades de
la fauna urbana. No se olvidan de
los "habitantes" de las costas ni de los ríos y, a
menudo, se incluyen explicaciones de la morfología general de
cada grupo y aquellos elementos que permitan distinguir a especies similares.
El libro se cierra con un breve glosario de los términos empleados. Editado por Planeta
en 1997, resulta imprescindible para aquella persona que esté
interesada en la fauna urbana o en la educación ambiental.
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palomas
y unos gorriones parecen querer mantener la representación de
esa Naturaleza en el medio urbano. Pero no es así. Podemos comprobarlo
con poco que nos fijemos. 